domingo, 20 de enero de 2008

Mozart

Puede que el tiempo acrecente la leyenda de los genios, pero no por ello dejan de serlo.

El 27 de enero de 1756 nació Johannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozart.

A los 5 años realizó sus primeras composiciones.

A los 6 años tocó ante el emperador de Austria. Este, que no se creía lo que veía, le hizo tocar con los ojos vendados. Mozart siguió tocando sin inmutarse, dejando al emperador con la boca abierta.

A los 7 años improvisó una sonata con Johann Christian Bach, sentado en su regazo, primero tocaba uno y luego seguía el otro. Los asistentes aseguraron que parecía que tocara una sola persona.

Cuando tenía 31 años, un joven de 16 se presentó para recibir clases. Al oirle tocar Mozart dijo a sus amigos: "Tened cuidado con él, tendrá cosas que deciros". Ese joven era Ludwig van Beethoven.

También a los 31 años se le encargó la ópera La Clemenza di Tito, una ópera de tres horas que tuvo que componer en solo 18 días.

Un amigo de Mozart contaba que un día, jugando al billar, Wolfgang silbaba una melodía sobre la cual iba haciendo variaciones. La sorpresa de sus amigos fue mayúscula cuando asistieron al estreno de La Flauta Mágina y descubrieron que la melodía que silbaba era el tema principal de la famosa ópera. La había estado componiendo mientras jugaba con ellos al billar.

Mozart solicitó su admisión en la Academia Filarmónica de Bolonia con la categoría de compositor. En presencia de experimentados músicos. se le asigna una antífona para que componga a 4 voces y lo encierran en una habitación con llave. En menos de una hora Mozart salió con la Antífona "Quarite primum regnum" K 85, que cumplia las rigurosas reglas escolásticas de la Academia que por tanto lo admitió.

Mozart llegó a Roma durante la Semana Santa. En la Capilla Sixtina del Vaticano oyó el Miserere de Gregorio Allegri, obra polifónica a 9 voces. Este Miserere no podía ser copiado o leido, ni siquiera en parte, fuera de la Capilla Sixtina, donde sólo se interpretaba durante los oficios del Jueves y Viernes Santo. Mozart y su padre asistieron a estos oficios y cuando llegaron a la posada donde estaban ospedados, Mozart transcribió de memoria la obra. Al día siguiente volvió a oirla y corrigió algunos detalles. Cuando la ejecutó ante un representante papal, éste no daba crédito a la concordancia con el original.

1 comentario:

Oteaba Auer dijo...

Con este post acabas de dar en uno de mis puntos flacos :-) a pesar de no ser Mozart uno de mis compositores preferidos; pero está bien difundir este estilo musical.
Como supongo sabes, durante un tiempo, se puso de moda hablar del "Efecto Mozart", y es que, según algunos 'psicólogos', estimula la inteligencia y aumenta la capacidad de retención, incluso se decía que si las mujeres embarazadas oían música de él, el chaval ó chavala saldría con un alto coeficiente intelectual.:-) Seguramente todo con objeto de promocionar ciertas películas de la época... pero el caso es que si eso sirvió para que se escuchara más música de Mozart... bienvenido sea.